Ponencia de Francesc Rifé en MArch
FECHA
21.05.2025
Esta semana ha tenido lugar en el Espai Alfaro, en el marco de los programas de postgrado y máster de MArch Valencia, una ponencia impartida por el reconocido diseñador Francesc Rifé.
La sesión ha ofrecido una mirada profunda a su trayectoria y a la filosofía que sustenta su práctica, basada en el orden, la materia y la contención, mostrando una arquitectura que no busca imponerse ni deslumbrar, sino que acompaña, se adapta a lo que ya existe y encuentra su potencia precisamente en hablar en voz baja. Esta aproximación, serena y esencial, ya pudo intuirse el pasado mes de enero, cuando los alumnos del programa visitaron su estudio en Barcelona.
Durante la ponencia, Rifé ha compartido proyectos que, si bien diversos en escala y programa, revelan una sensibilidad constante hacia el contexto y la memoria del lugar. En la bodega Tritium, por ejemplo, la intervención parte de los calados y muros originales, conservando la esencia de una tradición vitivinícola sin caer en la literalidad nostálgica. Del mismo modo, en Casa Pujol, una curva suave organiza el espacio con naturalidad, como si el proyecto hubiera sido dibujado por el propio paisaje. Rifé ha insistido en que no se trata de replicar el pasado, sino de trabajar sobre él desde el respeto y la medida justa.
Otros trabajos recientes muestran cómo esta lógica de contención se aplica también en contextos comerciales y expositivos. Las tiendas de Nino Álvarez en Barcelona y Madrid reinterpretan materiales como el mármol o el acero desde una mirada contemporánea y precisa, creando atmósferas donde cada elemento tiene un peso específico. En el showroom de Farsight, el diseño genera una narrativa espacial que diluye las fronteras entre arte y cerámica, mientras que en las instalaciones efímeras para Vibia y MCI Light, presentadas en Milán, la luz deja de ser un recurso más para convertirse en materia arquitectónica: contenida, matizada, siempre esencial.
En su intervención, Francesc Rifé transmitió la idea de que cada proyecto es una oportunidad para hacer menos, pero con más intención. Can Bellpuig nace de un único gesto técnico que se convierte en hilo conductor del diseño, y Casa Grande, una antigua casona reconvertida en hotel, traduce el deseo de sus clientes de habitar de otra manera, con calma, con pausa. Así, todos los ejemplos compartidos apuntan a un mismo principio: contener el gesto, contener la luz, contener el tiempo. Una lección de arquitectura que no busca protagonismo, pero sí permanecer.
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